La teoría de que la vitamina C ayuda a prevenir resfriados fue popularizada alrededor de 1970, cuando Linus Pauling, ganador del premio Nobel, publicó un libro que giraba alrededor de la prevención de resfriados mediante el uso de dosis masivas de vitamina C.
Pauling se suministró dosis de hasta 18 000 mg todos los días. Hay que tener en cuenta que la dosis diaria recomendada es de 75 mg para mujeres y 90 mg para hombres.
En ese momento, no había estudios confiables que probaran la efectividad de ese método. Pero, desde aquel entonces, sí se ha investigado extensamente en relación a ese tema.
Vitamina C y sistema inmune
La vitamina C es un antioxidante y es necesaria para producir colágeno en la piel. Ésta es la proteína más abundante en mamíferos y les brinda a varios tejidos la posibilidad de ser resistentes y, al mismo tiempo, flexibles.
La deficiencia de colágeno causa una enfermedad llamada escorbuto, que prácticamente no constituye un problema en la actualidad ya que la mayoría de las personas obtiene la cantidad suficiente de vitamina C de los alimentos que consume.
Sin embargo, lo que es menos conocido es que la vitamina C también está presente en altas concentraciones en las células inmunes y es consumida rápidamente durante las infecciones (1).
¿Tiene algún efecto sobre el resfriado?
En las décadas pasadas, múltiples estudios controlados han examinado si las vitaminas tienen algún efecto sobre el resfriado. Y los resultados han sido ciertamente decepcionantes.
Un meta-análisis que examinó 29 estudios sobre un total de 11.306 participantes, reveló que suplementar la dieta con 200 mg o más de vitamina C no redujo la frecuencia de resfriados (2). Sin embargo, sí se demostró que la vitamina C tiende a disminuir la severidad y la duración de la enfermedad.
(1) http://www.feednet.ucr.ac.cr/bromatologia/LAS%20VITA
MINAS%20Y%20EL%20SISTEMA%20INMUNE.pdf
(2) http://www.medigraphic.com/pdfs/revenfinfped/eip-2008/eip081b.pdf
